OTRO SINDICALISMO ES POSIBLE

Contigo otro sindicalismo es posible

29 de noviembre de 2016

USO REIVINDICA DEL GOBIERNO MEDIDAS URGENTES Y ANUNCIA ACTOS PROPIOS DIFERENCIADOS

La USO, tras la conformación del nuevo gobierno, reitera las prioridades políticas que necesita la sociedad y advierte del peligro de prolongarlas aún más en el tiempo.
 
La recuperación económica tiene que traer de forma inmediata calidad al empleo, reducción significativa de las tasas de pobreza y la sostenibilidad y calidad del sistema público de protección social.
 
Es el momento de un nuevo modelo de Diálogo Social y un nuevo marco de negociación colectiva verdaderamente representativo, al servicio de los trabajadores y trabajadoras, dejando de blindar por ley el monopolio sindical actual que ha demostrado ser insuficiente y que debilita al resto del movimiento sindical.
 
El último comunicado conjunto entre patronales y CCOO y UGT es una repetición de los pasados, que han ido sujetos a temas más de conveniencia institucional que a las cuestiones urgentes que necesita la sociedad, y que no han pasado de ser más que una mera declaración de intenciones.
 
Por todo ello, USO manifiesta:
  • La firme convicción de poner fin a las políticas de austeridad y la apuesta por un plan estratégico de estímulo económico y del empleo, retrasando las exigencias de la UE de reducción del gasto mientras no haya una verdadera mejora en conjunto de la ciudadanía y buscando políticas alternativas a medio plazo para el cumplimiento de los compromisos de consolidación.
  • USO solicita al nuevo gobierno priorizar: la reducción de la tasa de desempleo con medidas concretas e inmediatas; el crecimiento de los salarios; la recuperación de las condiciones laborales y de trabajo estable, pleno y con derechos, con una reforma sustancial de la última Reforma Laboral y la retirada de bonificaciones que no generen empleo neto; el incremento del salario mínimo interprofesional; el impulso de los sectores industriales; la inversión en infraestructuras e investigación y desarrollo; los planes de choque para el desempleo de larga duración; la revisión de la Garantía Juvenil, la lucha contra el fraude laboral, junto a un nuevo planteamiento del Sistema de Formación para el Empleo al servicio de los trabajadores y no de las organizaciones que quieren seguir controlando esos fondos.
  • La USO exige la defensa del sistema público de protección social, con pactos de estado que garanticen una educación de calidad pública y sostenida con fondos públicos, junto a la sanidad, dependencia, la calidad y garantía de nuestras pensiones, protección por desempleo y los servicios públicos esenciales.
  • Manifestamos la urgente necesidad de una distribución equitativa de la riqueza y una lucha decidida contra la pobreza que una parte muy importante de nuestra sociedad está padeciendo, mediante una reforma a fondo en materia fiscal que contemple un justo reparto de las cargas tributarias, la lucha contra el fraude y la corrupción, la planificación y los paraísos fiscales, y que todos aporten según lo que realmente perciben de forma definitiva.
  • Que se aborde, por salubridad constitucional, la regeneración democrática del marco político y sindical, con sendas reformas de la Ley Orgánica de Libertad Sindical y la normativa electoral sindical actual y fijación de mínimos análogos de representatividad institucional a los que existen en el ámbito político, que garanticen realmente la pluralidad actual de la sociedad, que sea más democrático y participativo, sin sectarismos e irracionales exclusiones, ni prebendas injustas hacia determinadas organizaciones que cuentan con suficiente implantación y que representan a muchos miles de trabajadores.
  • Es imprescindible un cambio profundo en el modelo de Diálogo Social en nuestro país, alejándose de la institucionalización patronal y sindical actual y de los acuerdos marcos inútiles a los que hemos asistido en los últimos años, mediante un nuevo marco de interlocución entre gobierno y centrales sindicales, y de relaciones laborales, junto a una normativa que legitime el papel de las distintas organizaciones sindicales.
Por todo ello, aun compartiendo parte de las reivindicaciones, la USO se desmarca de la convocatoria unilateral de movilizaciones para el mes de diciembre anunciadas por CCOO y UGT, mientras no asuman la democratización del marco sindical como pieza clave para la consecución de los objetivos que el conjunto de la sociedad necesita y se permita oír la voz de una gran parte de la sociedad a la que representamos otras organizaciones, anunciando reuniones con los distintos grupos parlamentarios junto a actos reivindicativos propios.
 
Unión Sindical Obrera
La Unión Sindical Obrera (USO) es el tercer sindicato en representación a nivel estatal. Cuenta con más de 11.000 representantes sindicales en toda España, tiene más de 400 sedes y participa en la negociación de más de 500 convenios colectivos.

Es el momento de garantizar el futuro y la continuidad de las pensiones

Tan solo cinco días después de las elecciones generales del 26 de junio, el Gobierno en funciones volvió a disponer de 8.700 millones de euros del Fondo de Reserva, lo que deja entrever la difícil situación en la que se encuentran las arcas públicas de la Seguridad Social.
 
Desde 2011, la hucha de las pensiones ha pasado de 67.000 millones de euros a tan solo 25.176 millones, una cada vez más preocupante reducción del 60% en estos últimos 5 años. Y es que, además de utilizar este fondo para hacer frente a los pagos extra de las pensiones, también se ha empleado para abonar las bonificaciones a la contratación, cuando ésa no era su función.
 
Se trata de un problema que venimos arrastrando desde hace años y que no se ha querido abordar. Ni las políticas de los últimos ocho años en la materia, ni los AENC suscritos por las patronales y CCOO y UGT, han tenido en cuenta esta circunstancia, buscando soluciones cortoplacistas e ineficaces. Dos Gobiernos, dos pensionazos, dos reducciones de prestaciones por desempleo y dos Reformas Laborales durante este tiempo han precarizado hasta el extremo el mercado laboral, empobrecido a la ciudadanía y desestabilizado la actividad económica. Mientras tanto hemos seguido asistiendo a los injustos y vergonzantes incentivos, bonificaciones y ventajas fiscales de las grandes multinacionales con sus beneficios multimillonarios y que no han contribuido como debieran a paliar los efectos de la crisis. La mayor parte del esfuerzo a recaído sobre la parte más débil.
 
Ni si quiera se han contemplado como estratégicas en esta materia otras políticas que apostaran por otro modelo productivo, por una necesaria reconversión industrial en España,  por el I+D+i,  por el  fomento y protección de la natalidad, por un sistema educativo y de formación para el empleo eficaz, o por políticas de conciliación y de fomento de la natalidad tan comunes en otros países de nuestro entorno. El resultado no es otro que estar sumidos en una incertidumbre económica constante, construyendo soluciones enclenques y dejando a merced de la realidad para la que no se han tomado las decisiones adecuadas, el cuestionamiento de nuestro estado de bienestar y de nuestro sistema de protección social.
 
La Reforma Laboral ha reactivado la precarización del mercado laboral. El subempleo, los contratos temporales, los precarios salarios y, por tanto, el descenso de las cotizaciones, han contribuido de manera notable a recortar los ingresos de esa hucha.
 
Por ello, es difícil abonar 17.000 millones en la paga extra de junio de los pensionistas y la paga ordinaria cuando los ingresos mensuales sólo alcanzan los 8.500 millones. Y ya anunció Tomás Burgos, secretario de Estado de Seguridad Social, que a final de año habrá que volver a recurrir a la hucha de las pensiones para hacer frente a la paga extra de Navidad de funcionarios y trabajadores públicos.
 
Ante esta situación, desde USO, como sindicato independiente, urgimos a todas las fuerzas políticas a que, de una vez por todas, acometan una reforma estructural del sistema de pensiones, que garantice su futuro y continuidad, y que éstas se blinden en la Constitución como un derecho de la ciudadanía.
 
Sólo con empleo estable y salarios dignos, cambios en las políticas de fomento de la contratación que sólo apuesten por empleo de calidad, junto con una reforma fiscal en profundidad se pueden garantizar los ingresos que el sistema de Seguridad Social requiere.